Artículo del boletín del día 4 por nuestras cronistas.

La comparsa de Marinos Corsarios es rica por la diversidad y singularidad de los grupos que  forman parte de ella de manera activa o pasiva a lo largo de su historia.

La definición de grupo que evoluciona en la formación de una Escuadra Especial abarca todas sus dimensiones con la denominada Escuadra de CARIBES, fundada en 1965 y cuyo nombre hace alusión a los Corsarios del Caribe. El estreno como Escuadra Especial se remonta a 1970 y  durante su larga trayectoria ha supuesto el eje central para la comparsa. Los hombres valientes que la han constituido a lo largo de sus 55 años tienen una amplia historia dentro de la misma gracias a la amistad, el coraje, la lucha, la superación, el respeto y el amor por la comparsa y sobre todo, a la simbiosis que han mantenido con ella, incluso después de haber colgado sus trajes. La gratitud es un producto de nuestra cultura y la comparsa no puede estar más agradecida a esta Escuadra que sembró las semillas del futuro de los Marinos Corsarios. Mujeres, hijas e hijos, familiares y amigos, que siguiendo su ejemplo, han constituido otros grupos y escuadras, y sobre todo, el más sincero agradecimiento por haber inculcado en todos ellos  sus propios valores, haciendo la comparsa más grande día a día. 

Con la incorporación de la mujer en la fiesta en el año 1988, surgieron las inquietudes de un grupo de mujeres que decididas a embellecer y realzar las fiestas, trabajaron por un proyecto de futuro formando la primera Escuadra Especial Femenina. El fruto de años de trabajo culminó en 1991 constituyendo la Escuadra de NEREIDAS, cuyo nombre tiene como origen las ninfas del mar. Estas mujeres activas fueron esenciales para el debut de la mujer en la comparsa e impulsoras de la primera reforma del traje femenino de la misma.

MAPA DE CONEXIONES

Los años 90 fueron hervidero de motivaciones para las integrantes femeninas de la comparsa, que buscaban asiduamente la integración dentro de la misma. Es por ello, que un grupo de jóvenes decididas y con ganas de potenciar la participación de la mujer en las fiestas, constituyó un grupo denominado COLOMBINAS (1990), nombre que derivaba del adjetivo colombino y que refleja todo lo relacionado con el almirante Cristóbal Colón. La motivación de estas jóvenes por juntarse y crear ambiente festero las animó con el paso de los años a dar un paso más allá y formar una Escuadra Especial que llevaría el nombre del grupo (1999). A día de hoy, hubieran celebrado su XX aniversario desfilando por las calles de Villena si las fiestas del 2020 no se hubieran suspendido. La diversidad y acogida por parte de las componentes de esta escuadra de otros miembros, ha permitido disfrutar a muchas mujeres de dentro y fuera de la comparsa, de la majestuosidad de vestir trajes espectaculares y singulares, los cuales marcaron  tendencia para otras Escuadras Especiales Femeninas en las fiestas de Villena. Las Colombinas son un referente en nuestra comparsa. Con su esfuerzo, trabajo y compañerismo continúan transmitiendo el amor por seguir haciendo comparsa, invitando  a toda mujer con motivaciones festeras a disfrutar con ellas como parte de la escuadra.

La comparsa de Marinos Corsarios presenta varias reseñas de identidad y sin duda, la ofrenda artística constituye una de ellas. El éxito de este desfile es producto del trabajo e ilusión de un grupo denominado OFRENDA constituido por primera vez en 1974, y cuya finalidad era la elaboración artística de obras de arte, que han acompañado a la comparsa durante 35 años prácticamente interrumpidos. A lo largo de este tiempo, mucha gente ha formado parte del grupo, destacando la juventud de la comparsa que atraían a los novios y  novias del momento durante esas largas tardes de verano. Aunque sin duda, el gran peso de la misma ha sido sustentado por  la maestría y el trabajo de gente con mucha dedicación y amor por la comparsa. Gracias a ellos, los Marinos Corsarios han sido reconocidos en múltiples ocasiones por reproducir y devolver a la memoria de los villeneros, lugares emblemáticos y momentos únicos que han quedado para la historia y el recuerdo. Este grupo fue el enjambre de emociones que sostuvieron motivaciones y anhelos por seguir formando parte de esta comparsa. Sin duda, fue el mejor ejemplo de superación y compromiso que muchos de los jóvenes de la época pudieron aprender.

Las fiestas de Villena presentan ese olor a alábega y pólvora que simboliza la esencia de nuestras fiestas. Son el grupo de ARCABUCEROS de nuestra comparsa los que nos envuelven en ese aroma y nos deleitan cada año con esos momentos tan deseados que comienzan con la llegada de la Mahoma el 12 de mayo, recordándonos a todos los festeros que las fiestas están a la vuelta de la esquina y terminan con la despedida de la Virgen el día 9 para la tristeza y añoranza de los festeros que han de esperar otros 8 meses para escuchar el estruendo pero inigualable sonido de los arcabuces. Este  grupo está y ha estado  formado por socios masculinos y femeninos, algunos pertenecientes a Escuadras y otros grupos, uniéndoles  la pasión por rememorar una reseña histórica de las fiestas de Moros y Cristianos.

Recordar momentos de nuestras fiestas con una sonrisa es pensar en la retreta. En La comparsa de Marinos Corsarios el grupo LOS PERLAS nos deleita año tras año con momentos para el recuerdo. Este grupo se formó en 1981 por jóvenes con ganas de disfrutar y potenciar un desfile desigual que permitiese la desinhibición dentro de la apretada agenda de actos religiosos y protocolarios de las fiestas. La juventud y el tesón de este grupo permitieron impulsar un acto que no tenía demasiada relevancia en la comparsa. A lo largo de los años sus propuestas han conseguido atraer a muchos jóvenes y cargos festeros del momento que desfilan con la comparsa e inundan el local social con trajes y sentimientos festeros diversos. Las mujeres de los componentes del grupo constituyeron un grupo denominado LAS VIGÍAS, acompañando y apoyando en todo lo que estaba en sus manos, haciendo más espectacular dicho acto.

Corrían los años 80 y la  juventud de la comparsa mostraba interés por tener su propia identidad y participación  dentro de la misma. Fue entonces, cuando un grupo de jóvenes con edades comprendidas entre los 12 y 15 años,  muchos de ellos hijos de la Escuadra de Caribes, formó en 1987 un grupo denominado EL CHORRICO. El ímpetu, las ganas de trabajar y su siempre disposición hizo que estos chicos tuvieran un papel relevante en la realización de las ofrendas, la participación en la retreta y la ostentación de cargos festeros de diferente índole. Hoy por hoy, muchos de aquellos jóvenes de la época son los que sustentan los cimientos de nuestra comparsa y velan porque la misma mantenga el rumbo. Son ellos los que tiene muy bien aprendido de sus mayores que las fiestas se disfrutan del 4 al 9 pero se hacen con mucho esfuerzo del 9 al 4.

Esa juventud de los años 80 creció y maduró, sus inquietudes dentro de la comparsa cambiaron, y su afán por embellecer las fiestas determinó en muchos integrantes del grupo el Chorrico las ganas por constituir una nueva Escuadra Especial Masculina que se denominó escuadra MARINEROS DEL CHICHARRA (2009). Su debut coincidió con el 125 aniversario de la comparsa,  desfilando por primera vez con el traje “Marinos del Chicharra” perteneciente a la comparsa en los años 1943 a 1945. Por unanimidad decidieron que este nombre sería el que identificaría a la Escuadra Especial. Han pasado más de 10 años desde que la Escuadra se formó y sus integrantes siguen igual de comprometidos, siendo fieles cumplidores de lo que se recoge en sus estatutos con el objetivo de engrandecer a la comparsa y fomentar la sana alegría y camaradería de los miembros.

Pertenecer a una comparsa desde que eres un niño supone crear unos lazos de amistad muy importantes dentro de la misma y de ahí surgen los ¨amigos de la comparsa¨. Con ellos compartes años de carroza, desfiles infantiles, comidas, almuerzos, y un sinfín de cosas, para posteriormente incorporarse a los bloques adultos. La mayoría son hijos e hijas de padres y madres que a su vez han formado parte de otros grupos o escuadras dentro de la comparsa, y como si del destino se tratase, saben que un día formarán su propio grupo con esos “amigos de la comparsa” que solo ven los días de fiestas. Pues bien, esta historia que parece de lo más corriente para pequeños ¨festericos¨ que crecen para convertirse en grandes festeros, es lo que les sucedió a varios grupos de la comparsa. El grupo LOS BOMBILLAS y DE LA LOSILLA AL PORTÓN, el primero de niños y el segundo de niñas, creados a finales de los años 80 y principios de los 90, estaban compuesto por socios juveniles de 14 y 15 años. Algunos de estos niños y niñas no prosiguieron su andadura dentro de la comparsa como socios adultos y otros se integraron o formaron otros  grupos.  Por aquellos años 80,  unas  socias juveniles formaron el grupo las ANCLAS para posteriormente en 1988 denominarse las NAYARIT y finalmente con el cambio de traje femenino en 2003 las CATALEJO. Estas jóvenes han sido muy activas en la participación de ofrendas y retretas, destacando su alegría y hospitalidad hacia otras socias juveniles y formando parte de otros bloques adultos femeninos. Un caso similar es el grupo LOS CAMISAS NEGRAS, socios masculinos con larga trayectoria en la comparsa y que tienen su manera propia de entender las fiestas.

Las experiencias dentro una comparsa unen mucho a los socios y sin duda, esa experiencia la vivieron los componentes del grupo LA MUERTE PELA que se constituyó como grupo en el año 2000, y durante los años 2002-2004 formaron prácticamente en su totalidad la directica de la comparsa llegando a buscar un nombre para salir de Escuadra Especial. Destacaron por las actividades infantiles organizadas en las comidas de hermandad y como anécdota está la creación de una nueva casaca de arcabucero que finalmente no se materializó.

Finalmente, hablaremos de LOS GUILLERMO BROWN, el último grupo formado en la comparsa en el año 2012 y cuyo nombre hace alusión al padre de la armada Argentina. La mayoría de sus componentes son hijos o nietos con legado corsario, algunos incluso de los que fueron socios fundadores de la comparsa. Hombres que han sabido apreciar que es importante conocer y respetar nuestras raíces festeras porque el mérito del logro es responsabilidad de todos. Han entendido que las casualidades no existen y que los valores y las tradiciones festeras perduran porque van contigo, vivas donde vivas, para reencontrarse con todos ellos durante las fiestas de Villena.

Todos estos grupos han enriquecido la larga historia de nuestra comparsa y han creado entre ellos unas conexiones imborrables. Se demuestra una vez más, como los Marinos Corsarios siendo pequeños en número de socios, somos inmensamente ricos en aptitudes, virtudes e intereses con la ilusión y el deseo de permanecer siempre unidos y seguir haciendo grande nuestras fiestas de Moros y Cristianos.

                                                                                   LAS CRONISTAS