Las Cronistas, Nuria Ferrándiz y Mari Ángeles Ortuño

Si buscamos el significado de “música” encontraremos que es la combinación ordenada de ritmo, melodía y armonía que resulta agradable a los oídos, o en sentido restrictivo, la música sería el arte de coordinar y transmitir efectos sonoros, armoniosos y estéticamente válidos, los cuales son generados a través de la voz o instrumentos. Estas descripciones se quedan vacías cuando se escucha la música interpretada por la Sociedad Musical L´Armonía de Montroy que acompaña a la comparsa de Marinos Corsarios como banda oficial en las fiestas de Moros y Cristianos. Entonces sí que podemos hablar de “música” de armonía, de estética, de sentimiento, de emoción,… Y aun se amplificaron más estos adjetivos cuando esas notas se
escucharon el pasado 3 de octubre después de dos años en silencio, fue entonces cuando un rayo de esperanza iluminó a todos los que acompañaron a los Marinos Corsarios en el almuerzo de hermandad realizado en el patio de la casa del festero.

La magia comenzó al amanecer, cuando dos miembros de la directiva junto a unas cocineras de excepción, abrían la puerta del patio y encendían los fogones para la realización de un almuerzo Villenero que resultó muy apetitoso y suculento. Unas horas más tarde, el resto de los miembros de la directiva y colaboradores se presentaron dispuestos a ejercer con responsabilidad el trabajo que voluntariamente aceptaron cuando se constituyó la directiva en 2019. Para entonces, nada ni nadie podía prever que las ansias por trabajar por la comparsa iba a tener sus actos contados debido a un fatal acontecimiento mundial. El escenario para dicha magia no podía ser más perfecto, la gentileza de la JCF cediendo el patio avivo los sentimientos festeros de muchos de los presentes. Se colocaron las mesas, sillas, manteles, platos, cubiertos, vasos, servilletas, aperitivos y bebidas, todos a una como si de piezas de puzles se trataran, ordenados y siguiendo las directrices marcadas por la pandemia para la realización de dichos acontecimientos. Una reunión de grupo antes de abrir las puertas, fue el colofón anímico para saber que la organización del día tenía que ser perfecta y que no había cabida para la improvisación. Se crearon turnos de barra, para servir los almuerzos, controlar la entrada, la zona de fumadores, el photocall, responsables de cada mesa, normas de movimiento en el local y un sinfín de cosas más.
Las puertas se abrirían a las 9:30 de la mañana y tenía que estar todo controlado, porque para poder disfrutar de estos momentos había que hacerlo con la mayor responsabilidad tanto personal como de grupo, ya que no se podía olvidar la situación excepcional en la que seguíamos inmersos.

Y llegó ese momento tan esperado por todos, la Sociedad musical de Montroy formó en la puerta de la sede social y los cargos festeros al frente de la comparsa comenzaron a desfilar hasta la plaza de Santiago, el sonido de los instrumentos fue el despertar de recuerdos, emociones, anhelos, sentimientos que dormían en nuestros corazones. Un rayo de esperanza por volver a vivir tiempos mejores, una chispa que prendió de nuevo la llama que reside en cada festero y festera, un escalofrío por todo el cuerpo y lágrimas que asomaban en los ojos de todos aquellos que escucharon esas notas musicales que dejaron a su paso un reguero de emoción y alegría por las calles de Villena.

El sol brillaba esa mañana y los más pequeños jugaban alegres sin tener conciencia de la importancia de ese momento, sin embargo, los más mayores de la comparsa levantados en sus asientos se movían al son de los pasodobles sintiendo la música y disfrutando de ese momento que llenaba de aire fresco y alentaba sus corazones, aparcando meses de desconsuelo e incertidumbre.

Todos los allí presentes se abrazaron a la ilusión de poder vivir las fiestas del 2022, soñando que la oscuridad de estos años se disipaba y, por primera vez, se veía una luz al fondo que dejaba entrever ese pistoletazo de salida que daría comienzo a las próximas fiestas de Moros y Cristianos sin olvidar la necesidad de responsabilidad, civismo y compromiso por parte de todos.

Gracias a la directiva de los Marinos Corsarios por hacer realidad un sueño que tan lejos se veía, por el sacrificio y la responsabilidad que conllevaba realizar este acto y por trabajar todos unidos para sacar el barco de nuevo al mar.

Gracias a todos los socios, socias y simpatizantes de la comparsa por cumplir a la perfección con todas las normas de seguridad, por vuestra colaboración, por llenar de alegría e ilusión cada instante de aquella mañana y gracias por hacer COMPARSA.

Gracias a la JCF, al Ayuntamiento, a las cocineras, a los proveedores y a todos los que estuvieron a nuestros lado, a los villeneros y villeneras que aplaudieron a nuestro paso y que se emocionaron junto a nosotros, porque también hicisteis que esa mañana fuera especial.
Y gracias a la Sociedad Musical de Montroy, por acompañarnos y llenar de magia ese día.
Nuestros corazones vibraron con vosotros, habéis germinado una semilla de ilusión que crecerá para brotar de color en las próximas fiestas. El desembarco tendrá se próximo destino en las fiestas de 2022, sigamos siendo prudentes y responsables para conseguir nuestro objetivo.

¡¡Marineros, marineras, levar anclas, izar velas y que el aire nos lleve de nuevo a buen puerto!!
Las cronistas