Si hay algo que mueve a las masas y alegra el alma es la música. En Villena escuchar un pasodoble es símbolo de fiestas de Moros y Cristianos, es alegría, es unión, familiaridad, aplausos…y después de tanto tiempo, el pasado fin de semana eso fue lo que paso en nuestra ciudad.

El sábado por la noche, el espectacular concierto del Ecuador  ofrecido por la banda de música de Villena en el  emblemático  Teatro Chapí, despertó  el espíritu festero que permanecía adormecido en toda la población. Para muchos supuso el comienzo de una nueva etapa, el punto de partida hacia nuestras queridas y ansiadas fiestas de Moros y Cristianos.

 En representación de la comparsa de Marinos Corsarios, la directiva y los cargos pudieron disfrutar de la magia de la música que al cerrar los ojos les transportaba al día 5 de septiembre.

Al día siguiente, en circunstancias normales, se hubiera celebrado en la comparsa de Marinos Corsarios el tradicional ecuador interno, preámbulo del Ecuador festero, pero por decisión en Junta general de socios y socias, no se realizó. Sin embargo, no podíamos dejar a un lado ese momento que solo ocurre una vez al año, como es recordar a todos aquellos que un día formaron parte de la familia corsaria y que hoy ya no están con nosotros.

En la iglesia de Santa María a las 12:00 se celebró una misa en honor a todos ellos y ellas, y con unas preciosas palabras de gratitud por la labor realizada durante tantos años, la presidenta de nuestra comparsa puso fin a este pequeño homenaje.

El próximo fin de semana, si las circunstancias lo permiten, volveremos a disfrutar de aquel Ecuador Festero de 2020 que se interrumpió dejándonos sin aliento a todos los villeneros y villeneras.

Os esperamos a todos y a todas, corsarios y corsarias, volvamos a llenar nuestro espíritu de fiesta, de música, de color y sobre todo de esperanza. Seamos prudentes, respetemos las normas pero vivamos desde la unión y la fraternidad que nos caracteriza el Ecuador Festero 2022, antesala  de las fiestas de Moros y Cristianos que pronto volveremos a vivir.

                                                                        Las cronistas de la Comparsa